Publicado en XatakaFoto el 30-12-19:
Llevo mucho tiempo en esto de la fotografía. Y he tenido muchas cámaras. He tenido la suerte de probar la mayoría de los modelos de los últimos años. Y siempre he hecho las mismas fotografías con ellas. Aún así todavía te encuentras con gente que te preguntan qué cámara tienes cuando ven tu trabajo.
En los últimos tiempos la fotografía parece que se está convirtiendo en una mera tecnología. No importa cómo te expreses. Lo importante es el modelo que te lleves a los ojos. Incluso algunos piensan que una es mejor que otra simplemente por el tamaño del sensor o el mes de fabricación.
El colmo es cuando se llega a la conclusión de que un tipo de cámaras es mejor que otra. Que si formato completo, formato medio. móviles de última generación… Todas las cámaras son iguales. Todas tienen un objetivo, una cámara oscura en su interior y un sensor. Si no, no serían máquinas fotográficas.
De hecho ninguna cámara se diferencia en realidad de otra. No tiene sentido publicar libros sobre hacer fotos con réflex, sin espejo o móviles. Todos dicen exactamente lo mismo pero están maquillados para justificar su publicación.
Ahí tengo en mis estanterías los libros con títulos tan sugerentes como hacer fotos con tu Canon, tu Nikon, con tu compacta o con tu móvil. Solo cambian los modelos pero en el fondo dicen exactamente lo mismo. No cambia nada año tras año porque la fotografía sigue siendo lo mismo.
La tecnología es lo único que cambia
Un fotógrafo tiene que elegir el tipo de cámara que más le interesa. No lo que dicte la moda en ese momento. Todas las cámaras son perfectas siempre que sirvan para lo que tú quieres.
Cada uno de nosotros debemos descubrir cuál es la máquina perfecta para expresarnos. Y todas son válidas. Todavía hay fotógrafos que van a los JJOO con cámaras de placas o que, como Stephen Shore, hacen maravillas con su cámara Mickey Mouse de 35 mm.
Los mejores fotógrafos no cambian su estilo si cambian de modelo. Puede ser que notemos algo si cambian de tipo de cámara. No es lo mismo el Avedon de formato medio, de 35 mm que el de placas. Las fotografías de Marilyn Monroe tienen una técnica distinta que las que ilustran el libro ‘In the american west’.
Pero su estilo es reconocible en todas y cada una de ellas. Da igual la cámara que utilizara porque siempre era él mismo. Y estoy convencido de que hoy haría las mismas maravillas con una digital o un teléfono.
A lo mejor tendría un mayor rango dinámico, una nitidez mayor. O a lo mejor podría hacer ampliaciones todavía más grandes que las que le gustaban. Le bastaría con leer el manual de instrucciones -o que le hiciera un resumen su equipo- para saber cómo cambiar el diafragma, el tiempo de obturación y listo.
Ya lo habré comentado otras veces pero uno de los mejores fotógrafos españoles, José Manuel Navia, propuso en uno de sus cursos que distinguiéramos qué fotos había hecho con película y cuáles con digital. Fue imposible acertar.
La esencia de la fotografía no ha cambiado. Solo se ha desarrollado la tecnología. Así que la próxima vez que el cuñado de turno te diga que con esa cámara ya puedes, simplemente dile que sí y olvídate de él. La gente siempre es más feliz si no sabe la verdad.