Publicado en XatakaFoto el 8-10-19:

Salir a la calle y hacer fotos a gente que no conocemos es algo que todo fotógrafo debería practicar, aunque es cierto que cada vez está peor visto y que puede ser estresante, sobre todo si somos tímidos. Por eso, para vencer estas barreras y lanzarnos a hacer fotos a la gente en la calle, ya sea pidiendo permiso previo o no, os vamos a ofrecer unos consejos prácticos.

Seguro que habréis oído aquello que decía el gran Robert Capa de que “si tus fotos no son buenas es porque no estabas lo suficientemente cerca”. Evidentemente esto tiene más sentido hablando de fotoperiodismo, pero también es aplicable en fotografía callejera, donde acercarse a las personas suele ser la mejor manera de lograr una buena toma.

Como adelantamos en el titular, fotografiar a desconocidos suele tener dos vertientes. Por un lado, hablamos de salir a la calle y realizar retratos de gente que nos parezca interesante, pidiéndoles permiso para ello. Por otro lado, tenemos lo que suelen llamarse “robados”, donde hacemos una foto en la que sale alguien (a veces como simple “figurante”) sin que lo advierta y/o sin permiso.

A continuación vamos a ver ambos casos para saber cómo actuar en estas situaciones, cómo “romper el hielo” si queremos retratar a alguien, o cómo disimular si no queremos ser vistos y conservar la espontaneidad. También qué hacer si, como resultado de nuestra práctica, tenemos problemas o nos encontramos en una situación incómoda.

Con simpatía y educación

Comenzamos con la primera opción, la de realizar retratos a desconocidos contando con su permiso. Se trata de una buena manera de conseguir retratos que suelen ser frescos y espontáneos, aunque es cierto que las tomas son muy distintas a las que se consiguen sin avisar previamente al fotografiado. En cualquier caso, es cierto que hay que ser atrevido para hablar con la gente y pedirles permiso para hacer una foto.

Perder Miedo A Hacer Fotos A Desconocidos 12Foto de Elvert Barnes

Para ello, lo mejor es ser directos y acercarnos sin rodeos, porque si nos ven dudar pueden pensar que les estamos espiando o que nuestras intenciones no son buenas. Conviene además llevar pensado lo que les vamos a decir, y que sea algo que pueda captar su interés para que se muestren colaboradores.

Por supuesto hay que ser amables y simpáticos, esbozar nuestra mejor sonrisa y explicarles que somos fotógrafos y, simplemente, queremos hacerles una foto. A la gente le suele gustar que la halaguen (aunque hay que tener cuidado con pasarse), así que podemos decirles que tenemos una foto en mente y que él/ella es el modelo perfecto para nuestra idea.

También podemos usar alguna excusa (aunque no tenga por qué ser cierta) como contarles que estamos haciendo un proyecto similar al de este fotógrafo que se propuso hacer 30 retratos a desconocidos en dos horas.

Perder Miedo A Hacer Fotos A Desconocidos 03Foto de Garry Knight

Si podemos enseñarles algo de nuestro trabajo seguramente eso les permitirá sentirse más seguros y coger confianza (las tarjetas de visita también ayudan). La misma que nosotros cogeremos a medida que practiquemos ya que, lógicamente, no deja de ser un proceso de aprendizaje. Con la práctica, desarrollaremos una rutina de manera que llevaremos aprendido qué decir y evitaremos el riesgo de quedarnos en blanco.

Hay que procurar estar tranquilos y, de forma educada, explicarles que somos fotógrafos y simplemente nos gustaría hacerles una foto

Si se da el caso de que nos piden dinero por hacer la foto (cosa que no suele ser habitual) tendremos que valorar si nos merece la pena. Podemos optar por tratar de que cambien de opinión, regatear el precio o convencerles con algún otro tipo de obsequio. Pero si no estamos seguros, directamente es mejor dar las gracias y marcharnos. Y es que si la cosa no fluye (nos pidan dinero o no) lo mejor es desistir; la calle está llena de gente interesante que seguramente será más colaboradora.

Por otro lado, a la hora de hacer la foto, es importante que seamos rápidos. Por ello, debemos llevar bien estudiada la configuración de la cámara o usarla en modo automático; el caso es que no tardemos mucho en hacer la foto porque, si no, la persona puede cambiar de idea o molestarse.

Perder Miedo A Hacer Fotos A Desconocidos 13Foto de Garry Knight

De todos modos esto no significa que tengamos que hacer la foto rápidamente y marcharnos. Si la persona colabora, podemos establecer una conversación amena (hablar con los modelos para que se relajen siempre es una buena táctica) y realizar una pequeña sesión para obtener varias tomas entre las que elegir.

Hay que vencer el miedo, establecer una conversación amena para que se relajen y ser rápidos a la hora de hacer la foto

También suele ayudar mostrarles las fotos que hemos hecho y ofrecernos a enviárselas por correo electrónico. Por otro lado, si (por lo que sea) tenemos idea de utilizar las fotos posteriormente tendremos que pedir permiso por escrito, de manera que nos cedan sus derechos de imagen (aunque eso ya es otro tema).

De hecho al principio es más importante aprender a pedir permiso para las fotos que los resultados en sí. Por eso es recomendable ir poco a poco, no querer hacer muchos retratos en una misma sesión sino plantearlo como algo a largo plazo. Lo fundamental es convencernos a nosotros mismos de que hacer fotos a desconocidos es una cosa normal y corriente.

Disimulando que es gerundio

Pero si lo que queremos es una foto en la que el sujeto aparezca sin percatarse de ello, la táctica debe cambiar bastante, ya que se trata sobre todo de pasar desapercibidos para hacer fotos buscando la espontaneidad (y capturar el momento decisivo que decía el gran Cartier Bresson).

Por cierto que en este segundo epígrafe podemos englobar tanto los “robados”, que serían retratos de personas realizadas sin pedir permiso previo (aunque puede que lo hagamos después), como esas otras fotos en las que aparecen personas como parte de la escena pero sin que sean estrictamente protagonistas de ella, digamos de forma individual (algo muy típico de la fotografía de calle).

En estas situaciones lo más importante es la discreción, intentar pasar desapercibido y actuar con naturalidad. Pensemos que vivimos en una época en la que la fotografía está ámpliamente extendida, por lo que ir por la calle con una cámara y haciendo fotos es lo más natural del mundo. No debemos, por tanto, sentirnos extraños y sí mantenernos relajados y sonréir. Como comentábamos en un artículo para iniciarse en la street photosi vamos con la cámara como si fuera un arma y nos mostramos tensos y nerviosos sólo lograremos transmitir mal rollo a nuestro alrededor y nos puede suponer un duro escollo.

Perder Miedo A Hacer Fotos A Desconocidos 09El fotógrafo callejero Rodrigo Roher en plena acción.

Aún así, si somos novatos puede ser importante elegir un lugar propicio para empezar. El ideal puede ser un sitio muy concurrido de una gran ciudad donde pasemos más desapercibidos, sobre todo si es una zona muy turística y está llena de gente con cámaras y/o móviles. Conviene además pasar un poco de tiempo en el lugar, por ejemplo sentarnos a observar a la gente y dejar que quien haya podido observar nuestra llegada con interés se olvide de nosotros.

Los lugares concurridos de las grandes ciudades son ideales porque nos permitirán pasar más desapercibidos

Como decíamos, la discreción es muy importante, motivo por el cual también conviene usar una cámara que no llame la atención. Cuanto más pequeña y discreta sea menos se verá, menos agresiva resultará para la gente y menos invadirá su intimidad. De ahí que las sin espejo y las compactas avanzadas sean las mejores opciones.

Si vamos con una cámara muy grande y un enorme teleobjetivo llamaremos mucho la atención y la gente podría pensar que somos profesionales que estamos haciendo algún trabajo que pudiera tener repercusión; por el contrario, si llevamos una pequeña cámara entenderán que sólo somos un fotógrafo sin intención de nada más que obtener una buena toma.

Al hilo de esto, aunque tengamos la tentación de hacer este tipo de fotos desde lejos con un teleobjetivo largo, es mejor acercarnos a la acción e involucrarnos, como se hace en fotografía callejera. La mayor parte de las veces la gente no sabrá que aparece en la foto, sobre todo si aprendemos a disimular.

Por ejemplo podemos hacer como que estamos esperando a que la persona en cuestión pase de largo (si se da el caso) para hacer la foto o, simplemente, mirar a otro lado tras el disparo. En este caso podemos apartar la vista de la cámara sin más (sin mirar al “retratado”) o moverla a otro punto para seguir haciendo fotos.

Si utilizamos la pantalla LCD (muy útil en street photo) podemos simular que estábamos grabando un vídeo o hacer como que estábamos manejando menús de la cámara o revisando tomas. Suele funcionar también mirar la cámara, como si estuviéramos absortos en algo que no sabemos cómo hace, o como si la cámara no funcionase.

Perder Miedo A Hacer Fotos A Desconocidos 04Foto de Garry Knight

Es decir, se trata de disparar sin darle importancia. Aún así, es posible que se hayan dado cuenta de que les hemos hecho la foto, pero normalmente no nos dirán nada. Es normal que nos miren, pero casi siempre será más por curiosidad que por otra cosa.

Si nos pillan, hay que estar tranquilos, esbozar una sonrisa y explicar que somos fotógrafos y sólo buscábamos una buena toma

Si no ocurre así, entonces será el momento de actuar como decíamos en el caso de los retratos con permiso. Es decir, permanecer serenos, amables y educados, explicarles que somos fotógrafos y ofrecernos a enviarles la foto si así lo desean.

Si aún así se molestan y directamente nos piden que borremos la foto, lo mejor será seguir los consejos que dábamos en este artículo, actuar con tacto y, en último caso, acceder a ello.

Hay que saber que la legalidad dice que toda persona tiene derecho a su propia imagen, con lo que si se niegan a aparecer en la foto es mejor no oponerse. Y, por supuesto, hay que recordar también que si planeamos utilizar la foto para obtener algún beneficio deberíamos tener permiso explícito para ello a través de un contrato de cesión de derechos.

Y con esto hemos acabado estos consejos sobre cómo hacer fotos a desconocidos esperando que os animen a practicarlo (y, por supuesto, invitando a compartir vuestras propias experiencias y trucos). Realmente puede ser intimidante al principio pero, con la práctica, rápidamente cogeremos confianza y resultará algo muy gratificante.

Foto de portada | Garry Knight

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