Publicado en el Blog del Fotografo el 23-2-2020:
¿Cuántas veces has pensado que tu foto no es lo suficientemente buena por falta de equipo? No tenías la mejor cámara, o la lente que siempre has querido pero que no puedes permitirte todavía porque vale demasiado dinero… Tranquilo porque no eres el único al que le ocurre esto. De hecho es algo muy común.
En el artículo de hoy quiero demostrarte que lo que a primera vista parecen limitaciones, a veces puede ser la razón que nos empuje a mejorar como fotógrafos. ¿No me crees? Pues quédate conmigo y descubrirás a qué me refiero.
Sacándole Partido a las Limitaciones
Si tuvieras que ir de un sitio a otro y llegar a una hora concreta, tienes dos opciones. O bien aprietas más el acelerador para llegar a tiempo saliendo más tarde, o si sabes que tienes que cumplir las normas de circulación y no puedes excederte de la velocidad marcada, optas por salir antes y llegar en el momento adecuado. Nos han puesto un límite sí, el de no pasar de x velocidad, pero teníamos otra opción para lograr nuestro propósito, simplemente la de salir antes.
Aunque esto es solo una metáfora, en fotografía ocurre lo mismo. A veces el presupuesto es limitado y no tenemos todo el equipo que desearíamos tener, o no disponemos de tanto tiempo como quisiéramos para dedicarle a la fotografía, pero no por ello debemos rendirnos o dejar de disfrutar de ella.
A continuación vamos a ver las limitaciones más comunes que podemos tener como fotógrafos y qué ventajas podemos sacar de ellas para seguir mejorando.
Mi Cámara No Es La Mejor
¿Realmente hay tanta diferencia ente una cámara cara y una económica? Pues lo cierto es que sí, existen una serie de razones que son las responsables de que unas cámaras sean más caras que otras, y que te permitan hacer una fotografía con mejores resultados e incluso de manera más cómoda.
Pero recuerda siempre que un buen fotógrafo puede hacer una buena toma incluso con la cámara de su móvil, mientras que alguien que no lo es hará lo mismo con una cámara de 5000 euros que con una de 100.
Cuando te gusta una fotografía, no lo hace porque se haya disparado con 50 megapíxeles, o porque tuviera la tecnología más avanzada del momento. Te gusta porque la captura te transite algo, porque te gusta la composición, su luz… y esas son las cosas a las que deberías prestarle más atención.
A veces limitamos nosotros mismos nuestro aprendizaje al creer que con una cámara sencilla no podemos seguir progresando como fotógrafos, pero eso no es cierto. En vez de centrarte en lo que no tienes, coge tu cámara, sea cual sea, y estudia a fondo todas sus posibilidades para poder sacarle el máximo partido y saber hasta dónde puedes llegar con ella.
Lee el manual de instrucciones y haz que la cámara se convierta en una extensión de tu brazo. Y sobre todo, cambia de pensamiento y repite en tu cabeza que la fotografía la haces tú, no la cámara. Con el paso del tiempo, y con todo lo que hayas aprendido por el camino con tu compañera fotográfica, podrás decidir si es el momento de dar un paso más y aventurarte con un modelo más nuevo.
No Tengo La Lente Que Me Gustaría
¿Quién no ha empezado en el mundo de la fotografía a trabajar con la lente que venía en el kit con la cámara? ¿Es la mejor? No. ¿Es horrible y no vamos a poder hacer ninguna foto buena con ella? Tampoco. A veces oímos las palabras «objetivo del kit» y se nos erizan los pelos como si fuéramos un gato a punto de atacar, pero no hay que dramatizar.
Esta claro que una misma fotografía puede quedar totalmente distinta según la lente que empleemos, y que efectivamente una de gama alta nos dará mayor nivel de detalle, un enfoque más rápido y puede que incluso tenga incorporado un estabilizador. Pero antes de pensar en todas las lentes que quieres y el dineral que te vas a gastar en ellas, ¿sabes qué tipo de fotografía te gusta más? Porque esa es una tarea en la que el objetivo del kit puede ayudarte hasta que lo averigües.
Piénsalo, para la mayoría de nosotros es impensable adquirir un buen teleobjetivo, un gran angular, un ojo de pez, un par de lentes luminosas de diferentes distancias focales y un objetivo macro. ¡Es un auténtico dineral!
El objetivo del kit precisamente está para que realices esa toma de contacto con tu cámara y con la fotografía. Que disfrutes de tu afición y que con la práctica y la experiencia acabes descubriendo qué es lo que más te gusta fotografiar, porque cuando lo tengas claro entonces ya podrás plantearte adquirir nuevas lentes que te ayuden a progresar y a mejorar en el campo que más te gusta. Y con el tiempo, ya irán llegando más si es lo que necesitas.
Justo por haber empezado con una lente de kit sabrás que tus paisajes puede que necesiten una focal más amplia para captar su grandiosidad, o que para conseguir destacar a tu retratado una focal fija luminosa te iría de perlas… pero todo eso no lo sabrás si no has intentado hacerlo antes con el equipo que tienes, sea mejor o peor. Esto es como aprender de nuestros errores, solo que en esta ocasión no son errores sino limitaciones.
Por otro lado, los objetivos de kit de hoy en día, aunque carecen de algunos detalles que nos pueden venir de estupendamente como una gran luminosidad por ejemplo, no son tan malos como podemos pensar. Y para demostrártelo, quiero enseñarte un par de tomas hechas con la lente del kit de dos cámaras con las que he trabajado, la Canon EOS 550D con el 18-55mm, y la Sony a7 III con el 28-70mm. Para ser lentes de kit, ¿no están tan mal los resultados no?
Me Falta Mucho Equipo
¿Si te preguntaran qué te gustaría tener entre tu equipo fotográfico, verdad que no dirías una sola cosa? ¿Que empezarías por la cámara y las lentes, y a ello le sumarías un estudio, flashes, trípodes, y añadirías muchas cosas más?
La fotografía es más cara de los que nos gustaría a todos, y hay tantas temáticas y tantos accesorios para ayudarnos a hacer nuestro trabajo en cada una de ellas que es impensable tener de todo. No es factible… ni por presupuesto, ni por espacio tampoco.
Con esto no quiero decir que vayas por ahí a hacer fotos solo con la cámara y la lente del kit, no me malinterpretes. Con el tiempo puedes ir adquiriendo el equipo que quieres y necesitas para realizar tus fotos, pero mientras también puedes tirar de ingenio.
Hay muchas ideas para fabricar tus propios accesorios de manera sencilla y mucho más económica con cosas que tienes por casa. De hecho estar limitados en cuanto a equipo a veces nos ayuda a impulsar nuestra creatividad y construir accesorios brillantes. Para que tengas algunos ejemplos de lo que estoy hablando, aquí te dejo unos cuantos artículos sobre accesorios caseros.
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No Suelo Viajar Ni Tengo Lugares Bonitos Cerca
Muchas veces ser fotógrafo implica viajar para descubrir lugares preciosos que nos proporcionarán algunas de las mejores capturas que hagamos. Pero no todo el mundo puede permitirse uno o dos viajes épicos al año, ni por tiempo ni por dinero.
Es obvio que si viajamos hasta lugares mágicos como Islandia, Japón, Namibia, Nueva Zelanda o la Patagonia estaremos ante entornos espectaculares que nos ayudarán mucho a obtener una buena fotografía. Pero como digo, no siempre nos resultará posible realizar este tipo de viajes. Es por ello que debemos aprender a ver la belleza del lugar en el que estamos.
Un buen fotógrafo no solo muestra lo bonito que es lo que tiene a su alrededor, sino que es quién decide qué se ve en la toma, y qué no. Por lo tanto, un buen fotógrafo será aquel que sabe buscar el rincón adecuado para obtener una buena captura ocultando aquellos elementos que puedan estropearla. Y eso requiere mucha práctica.
Recuerdo que cuando empecé a hacer fotografías, cuando hacía mis sesiones de retrato siempre intentaba buscar entornos bonitos y agradables para que el resultado de las tomas fuera bueno. Hoy en día sé apreciar que un simple arbusto nos puede servir para obtener un precioso retrato, o que un charco de agua puede proporcionarnos un reflejo tan bonito como el de un lago.
Así que en vez de lamentarte por no poder ir al lugar de tus sueños, entrena tu ojo fotográfico y aprende a ver la belleza en los lugares que sueles visitar en tu día a día, porque entonces, cuando al final puedas ir a ese lugar ideal, tus capturas serán increíbles.
No Tengo Demasiados Conocimientos Fotográficos
Nadie nace enseñado, y esto implica que para aprender tendremos que equivocarnos y tropezarnos muchas veces por el camino. Eso te pasa a ti, y nos ha pasado a todos. Pero la falta de conocimiento no te tiene que desanimar para probar y experimentar fotográficamente hablando.
Evidentemente, no iremos a cubrir solos un evento importante como lo es por ejemplo una boda, pero si se trata de sesiones en las que no hay presión por los resultados, ir te ayudará a aprender y a practicar nuevos tipos de fotografía.
Si no sales nunca de tu zona de confort no progresarás ni descubrirás nuevas técnicas apasionantes. Además, hoy en día existen mil recursos para ir formándonos de manera autodidacta (como por ejemplo el blog y la zona premium de dzoom), por lo que no te sientas limitado a ese respecto y lánzate a probar diferentes tipos de fotos aunque no sepas al 100% cómo deben hacerse. Lo peor que puede pasar es que te equivoques y aprendas de tus errores para la próxima sesión. Así que no tengas miedo.
El Clima Me Ha Estropeado la Sesión
Tenías planeada una escapada fotográfica, pero te despiertas y descubres que no hace sol, y que el tiempo amenaza con lluvia y mucho frío. ¿Qué haces? ¿Te quedas en casa y ya saldrás otro día?
Eso es lo que haríamos casi todos, pero déjame decirte que de ese modo puede que te estés perdiendo una oportunidad única de conseguir capturas diferentes. Un cielo encapotado de nubes no implica malas fotos en absoluto, es más, puede darle incluso más dramatismo a nuestras tomas de paisaje o la luz perfecta para hacer nuestros retratos.
No te limites siempre a disparar en las condiciones meteorológicas perfectas. A veces hay que sufrir un poco pasando frío o calor, o incluso mojándose o ensuciándose… pero después los resultados harán que merezca la pena haberlo hecho.
No Tengo Tiempo
Por desgracia para nosotros, muchas veces no gozamos de todo el tiempo libre que quisiéramos para dedicarle a nuestra pasión por la fotografía. El día a día se sucede y tenemos labores que hacer como ir a trabajar, cuidar de la familia, hacer la compra y las tareas de la casa, etc. Todo ello, que es prioritario, hace que poco a poco nos vayamos quedando sin tiempo para hacer nuestras fotos, o al menos, que no tengamos libre todo el que quisiéramos para dedicarle a la fotografía.
¿Tiramos la toalla y abandonamos? ¡Nunca! Ya te he dicho antes que este artículo va de superar las limitaciones, no de ahogarse con ellas.
Si no puedes salir un día entero a realizar fotografías no pasa nada, hazlo durante el tiempo que puedas. ¿Es media hora? ¡Pues que así sea! No tendrás tanto tiempo para disfrutar de tu afición, pero aunque no te lo creas la limitación de tiempo te ayudará a no tener decenas de fotos mediocres porque no tenemos mucho rato para disparar. La limitación de tiempo te empujará a realizar disparos mucho más pensados y estudiados, para obtener la fotografía que deseas sin perder ningún minuto en disparar sin pensar.
Por otro lado, también puedes intentar compaginar tu vida con la fotografía. Por ejemplo, si te vas de vacaciones con la familia puedes llevar tu cámara e inmortalizar el viaje. Siempre claro está, sabiendo que vas acompañado y que también tienes que disfrutar del viaje con los que te acompañan. Pero querer es poder… así que no dejes de intentarlo.
¡Qué Nada Te Frene!
Como has visto, este artículo es un llamamiento a todos para animaros y demostraros que podéis hacer grandes fotos con lo que tenéis. Que no tenéis que agobiaros por no tener la última cámara del mercado o la lente más luminosa del mundo. Que no pasa nada si en vez de flashes al principio trabajáis con las lámparas de vuestra casa. Que no pasa absolutamente nada si no os vais de viaje a Islandia estas vacaciones o a Japón. Que no tenéis que veniros abajo si el sol se esconde el día que ibais a realizar una sesión.
Todo estos son baches en el camino que te fortalecerán como fotógrafo, y que te demostrarán que para llegar a una buena foto hay muchos caminos que podemos tomar. Y en esos caminos está implícito tu aprendizaje, tu creatividad y tu crecimiento como fotógrafo.
Así que… ¡no te rindas! ¡Qué nada frene tus ganas de disfrutar con la fotografía!