Publicado en XatakaFoto el 13-4-2020:
Durante estas épocas de encierro, una de las constantes de muchos de nosotros es el bloqueo creativo. La costumbre de estar activos se ha roto y, a pesar de ejercicios y alternativas para combatirlos, seguimos en un agujero negro de cómo motivarnos dentro de esta jaula de concreto. Pero no os preocupeis, este estado es normal y podemos salir de él con paciencia y estrategia.
El vacío de motivación
La creatividad es una herramienta que en varias ocasiones es difícil de controlar. Cuando el switch está prendido somos capaces de planear y producir en grandes cantidades. Pero, cuando se baja, esas ideas simplemente son sombras en nuestra mente.
Sin duda alguna, a más de uno, este encierro lo tiene con el switch abajo. Tal vez el practicar estilos diferentes no ha sido tan motivante o esa falta de motivación no nos esté dejando hacer uno de esos talleres en línea. Pero eso está bien, no es necesario que estemos produciendo el 100% del tiempo.
Así como en nuestra profesión, debemos tratar de balancear las luces y las sombras en nuestra mente para obtener una nueva imagen. Y para ello debemos encontrar un camino que permita llevar la luz a la oscuridad de la desmotivación.
Encendiendo velas
Este camino de iluminación comienza con aceptar que estamos desmotivados, que no podemos hacer nada por el momento. Muchas veces la frustración de sentirnos desmotivados solo empeora las cosas, ya que tratamos de hacer por hacer, para no sentirnos algo inútiles. Sin embargo, esa presión sólo termina en más desmotivación.
Tras la aceptación, lo primero que podemos hacer es aprovechar este tiempo de pausa para reorganizar nuestra mente. Para ello, el mejor ejercicio es el de la observación. Dedicar un tiempo a observar cómo pasa el día, los elementos alrededor de nuestra casa o incluso dedicarnos a observar curiosidades por la web.
Entre esos ejercicios, al despejar nuestra mente, otro elemento que podemos tomar es el revisitar nuestro trabajo. La motivación arranca por entender nuestros caminos. Para ello, el recorrer nuestro archivo es una forma de mostrarnos que hemos avanzado. Acá también podemos ver nuestras metas y analizar cómo ha evolucionado nuestro estilo para llegar a ello.
Tras este camino podemos empezar a abordar una reactivación de nuestra creatividad. Para ello la inspiración y las referencias son una gran herramienta de motivación. Si no nos fluyen las ideas, practicar con referencias puede reactivar la chispa de producir fotografías y crear piezas.
Finalmente está el volvernos a retar a fotografiar, a explorar nuestro estilo a través de editar nuestras imágenes, de capturar tomas en casa o experimentar con iluminaciones o elementos caseros.
Estos son procesos que pueden durar varios días en tomar vuelo, pero que nos ayudarán a retomar la pasión fotográfica y salir del bloqueo del encierro. Es importante que aprovechemos a resetear la mente con esta pausa creativa y darle el tiempo que se merece para volver.