Publicado en DZoom el 20-9-2019:
De vez en cuando me gusta mucho revisar fotos de hace años y, además de recordar los lugares, motivos y personas que aparecen en ellas, así como las condiciones y el contexto en que realicé las fotografías -la historia detrás de cada foto, en definitiva-, también pienso en la edición de las fotografías. Y la verdad es que, sobre todo en las fotos de mis primeros años de afición, creo que podría haberlo hecho mucho mejor en términos de edición 🙂
Recuerda que, especialmente en fotografía digital, la foto definitiva no es la que sale de la cámara, sino que es recomendable un poco de trabajo con tu ordenador, así que la edición de las fotografías se ha convertido en una fase imprescindible. Lo bueno es que, en mi caso, como disparé las fotografías en RAW y llevo ya muchos años usando Lightroom y sus ajustes no destructivos, siempre tengo la posibilidad de re-editar aquellas fotografías que me apetezca y aplicar un procesado mucho más maduro y acertado, como es el que creo que tengo ahora. Pero eso es otro tema. Hoy quiero hablarte de algunos errores de edición de fotografías que tendemos a cometer cuando empezamos en la fotografía digital y que te animo a no repetir. ¿Estás listo?
Error #1: Edición De Imágenes Sobre Equipos No Calibrados
Esto es algo de lo que me habrás oído hablar en múltiples ocasiones desde hace unos años. De hecho, ya lo incluí en mis 5 grandes errores fotográficos (no sólo a nivel de edición), porque se trata de algo fundamental y básico.
Es imposible editar bien una fotografía si no estamos utilizando un monitor de cierta calidad -afortunadamente, han bajado los precios y es posible conseguir monitores muy decentes por precios asequibles- y, sobre todo, si no está adecuadamente calibrado y utilizamos aplicaciones que realizan una gestión del color fiel.
El tema de la calibración no es un tema sencillo, lo sé. Y para eso creamos una serie de artículos al respecto que te invito a revisar si aún no lo has hecho. Empieza por el primer artículo sobre calibración y sigue con la serie para saber todo lo necesario al respecto.
Error #2: No Reencuadrar o No Revisar El Encuadre
A medida que uno avanza en la fotografía, cada vez tiende a encuadrar mejor sus imágenes desde el propio momento del a toma. A ello ayuda mucho el ir adquiriendo nociones compositivas como la regla de los tercios, el significado de las líneas, etc.
Sin embargo, cuando empezamos a cogerle gusto a la fotografía, el encuadre de nuestras fotos suele ser bastante mejorable. Por ese motivo, es un error garrafal no revisar y modificar, si es preciso, el encuadre de la toma tal y como ha salido de la cámara. La fase de edición te ofrece una oportunidad fantástica para conseguir un encuadre insuperable. Así que no lo desaproveches.
Éste debe ser uno de los primeros pasos de tu flujo de trabajo. Fruto de ello es que las herramientas de edición cada vez ofrecen más ayudas para conseguir un encuadre perfecto. Lightroom, por ejemplo, dispone de utilísimas opciones para encuadrar y enderezar tu imagen y así dejarla perfecta.
Error #3: Abuso De Técnicas de Edición
Resulta muy excitante cuando te inicias en la fotografía, vas cogiendo soltura y empiezas a probar y descubrir nuevas técnicas cuyos resultados pensabas que sólo estaban al alcance de fotógrafos virtuosos, o de gente que había realizado inversiones en equipamiento fotográfico, o software que tú no podrías permitirte.
Técnicas de edición como el HDR, el desaturado selectivo (cut-out), o el ajuste por zonas son opciones que comienzas a incorporar en tu repertorio desde muy pronto pero que, primero, no debes utilizar continuamente y para todas las fotografías, y, segundo, debes aplicar de forma realista y racional.
En este sentido, todavía recuerdo hace unos años cuando realizaba fotografías con la técnica HDR de prácticamente cualquier escena y sin demasiada preparación y equipamiento. Esto era un absurdo porque, en primer lugar, muchas de esas escenas no requerían un rango dinámico tan elevado que justificase el uso de la técnica y, en segundo lugar, porque el modo en que aplicaba el HDR ofrecía resultados completamente irreales y antinaturales.
Cuando vayas a aplicar alguna técnica de edición de este tipo, primero, valora si el uso de la técnica es la única alternativa válida para lograr lo que buscas. Por ejemplo, para incrementar el rango dinámico de tus fotografías también hay otras alternativas además del HDR.
Mientras que si lo que quieres es remarcar la importancia de un determinado elemento de tu fotografía, también puede haber otras variantes, a partir de la composición, o iluminación en la toma, que permitan que sobresalga, en lugar de optar por una desaturación selectiva, o un excesivo realce de ese motivo en edición.
En segundo lugar, si vas aplicar la técnica -cualquiera que sea-, procura que el resultado tras su aplicación te permita conseguir tu objetivo y ofrecer un resultado que sea real. Seguro que has visto multitud de fotografías de HDR que parecen más un cartel futurista que una fotografía, o imágenes en las que la aplicación de un ajuste por zonas desmedido hace que parezca que vemos un cuadro y no una fotografía.
Error #4: Abuso De Otra Sencilla «Técnica» de Edición: El Viñeteado
Otro error en el que los principiantes suelen incurrir y para el que yo tampoco fui una excepción, es el de emplear continuamente el viñeteado en la fase de post-producción.
Es cierto que el viñeteado es una forma muy sencilla y efectiva de centrar la atención en una fotografía, especialmente en fotografía de retrato.
Sin embargo, aplicar un viñeteado excesivo nunca es una buena alternativa y existen otras formas (de centrar la atención) que te permitirán lograr mejores resultados, ¿has oído hablar, por ejemplo, de los marcos naturales? Con este tipo de soluciones, podrás reservar la aplicación de un viñeteado artificial para ocasiones muy contadas.
Si al final no te queda más remedio que recurrir a él, procura ser sutil para obtener un resultado que pueda parecer creíble y natural. De lo contrario, lo que conseguirás es acabar llamando la atención sobre el viñeteado y no sobre el sujeto.
Error #5: Sobresaturación, Sobrenitidez, Sobre…
Cuando empezamos a adquirir cierta pericia con nuestra aplicación de edición podemos pensar que debemos tocar todos los deslizadores para dejar la fotografía a nuestro gusto, o que el incremento de ciertos ajustes a valores elevados nos permitirá lograr imágenes aún más bonitas e impactantes.
Sin embargo, esto suele llevarnos a acabar con imágenes sobresaturadas, o imágenes en las que se aprecia excesivamente la textura por haber incrementado por exceso el nivel de nitidez, o halos al tratar el fotógrafo de incrementar muchísimo el nivel de claridad de la toma.
Cuando estés editando tus fotografías, procura ser comedido a la hora de realizar tus ajustes, de lo contrario, acabarás con una imagen muy colorida, muy nítida y muy… irreal. Ten en cuenta que normalmente lo que queremos es que la fotografía se asemeje lo más fielmente a nuestra percepción de la realidad y ésta normalmente suele estar muy equilibrada.
Hace un tiempo hablamos de 10 errores en los que uno puede incurrir por sobre-aplicar un determinado ajuste en edición, revísalos para no caer en ellos 😉
Error #6: Obsesión Por La Conversión a Blanco y Negro
Otra técnica que, al igual que hablábamos antes sobre el HDR, suele llevarnos a aplicarla compulsivamente cuando la descubrimos es la conversión a blanco y negro. La utilizamos en imágenes mal expuestas -y así pensamos que arreglamos la fotografía-, la aplicamos en imágenes en las que no hay presencia de elementos que destaquen en una imagen en blanco y negro (texturas, formas, o contraste tonal), etc.
En definitiva, hacemos un mal uso de la técnica por no ser selectivos en las imágenes a las que aplicarla, por pensar que es una técnica que funciona en todas las imágenes, por aplicar una conversión en blanco y negro a una imagen en que el color puede ser muy importante para entender y transmitir la escena y, sobre todo, por no concebir la imagen, desde el principio, como imagen que convertiremos en blanco y negro.
Además, como sabes existen distintos procesos de conversión a blanco y negro, y resulta muy importante conocerlos y saber para qué tipos de fotografías son más apropiados cada uno de ellos antes de empezar a probar con unos y otros.
Así que, antes de empezar a procesar tus imágenes en blanco y negro, revisa bien todo lo que debes saber al respecto y luego lánzate a probarlo. Esta colección incluye más de 30 artículos al respecto que te serán de gran utilidad.
Error #7: No Haber Visualizado El Resultado Deseado Antes De Iniciar La Edición
He querido dejar para el final el error más importante. Al igual que cuando iniciamos un viaje necesitamos conocer el destino antes de ponernos en camino, el proceso de edición de cada fotografía debe tratar de ser un viaje con destino conocido y que hayamos podido visualizar en nuestra mente antes de iniciarlo.
De lo contrario, iremos a la deriva y podremos tener suerte y llegar a buen puerto, o, como en la mayoría de situaciones, acabar naufragando en nuestro proceso de edición.
Por tanto, antes de empezar a editar cada fotografía, intenta aclararte y no des bandazos aplicando ahora este preset, probando en blanco y negro, luego en color, después a ver si le queda bien este virado, etc.
A esto también te ayudará especialmente el ir adquiriendo un flujo de trabajo concreto y definido en el que, como acabo de comentar, el primer paso debe ser tratar de imaginar cómo quieres que acabe resultando tu fotografía.
¿Y Los Tuyos?
Probablemente, cuando me hayas ido leyendo, hayas dicho: ¡cuánta razón tiene, esto también me paso a mí! En ese caso, te invito a que hagas análisis de conciencia y, sobre todo, propósito de enmienda para no volver a caer en ellos 🙂
Pero, a buen seguro, también habrá otros errores que no hayas visto reflejados en este artículo y sobre los que nos quieras advertir. Si ése es tu caso, por favor, no lo dudes y cuéntanoslo en los comentarios.
Seguro que existen otros errores de principiante que a todos nos interesará desterrar de una vez por todas y así llevar nuestra edición fotográfica a un nivel superior. Somos todo oídos 🙂