Publicado en El Blog del Fotografo el 8-9-19:

A estas alturas ya sabrás que para lograr una fotografía necesitas luz, sin luz no hay foto. Lo repetiremos en el blog cuantas veces sea necesario y sin perder la sonrisa. Esa es la primera, primerísima lección. Claro que no siempre se dan las circunstancias que uno desea a la hora de apretar el botón de disparo y te encuentras a menudo en situaciones en que dispones de poca luz, o peor aún, de nada de luz.

Bueno, esto último es muy difícil, porque como no estés en un cuarto oscuro siempre hay un poquito de luz ambiente. ¿Qué hacemos entonces? ¿Desistir en el intento? Pues si es una sesión que puedes posponer, pues tal vez sea mejor aplazar, pero si es un momento irrepetible, un lugar al que no vas a volver o un evento que no puedes cambiar, por supuesto que no vas a tirar la toalla, lo único que vas a tirar es fotos y no precisamente a la papelera.

En el artículo de hoy te voy a dar algunos trucos para exprimir la poca luz de que dispones y conseguir imágenes iluminadas. ¿Te quedas? Te aviso que este es un reto con el que te vas a encontrar muchas veces (aunque pongo la mano en el fuego a que ya te ha pasado).

  1. Dejar paso a la luz
  2. Acercar el sujeto u objeto a la fuente de luz
  3. Medición puntual
  4. Realizar una correcta exposición
  5. Subir el valor ISO
  6. Utilizar objetivos luminosos
  7. Utilizar velocidades de obturación lentas
  8. Usar el flash rebotado o difuminado
  9. Utilizar reflectores
  10. Cuando se trata de niños…
  11. Ajustar bien el balance de blancos
  12. Estabilizador de imagen
  13. Practicar

1. DEJAR PASO A LA LUZ

Voy a comenzar por lo más obvio. Sí, lo sé, es demasiado evidente, pero no te creas, que hay que recordarlo muchas veces pues, en ocasiones, con las prisas, los nervios del momento, la concentración en la composición creativa, el cansancio, el ofuscamiento de cada uno, bla, bla, bla… se nos olvida lo esencial. Abre puertas, ventanas, cortinas, levanta persianas, enciende luces… ¡Busca la luz!

Buscando la luz

2. ACERCAR EL SUJETO U OBJETO A LA FUENTE DE LUZ

Digo casi lo mismo que en el punto anterior, obvio pero necesariamente repetible (hasta la saciedad si hace falta). Si puedes acerca tu motivo a una fuente de luz, una ventana, una farola, una lámpara o unas velas, cualquier luz, por pequeña que sea, te servirá de ayuda. Si tu prota no es desplazable, puedes intentar acercar la fuente de luz (si hay alguna disponible que sí se pueda mover).

Aprovechar cualquier fuente de luz
Aprovechar cualquier fuente de luz

Que sirva de introducción a los más novatos o de recordatorio a las mentes más despistadillas y olvidadizas, pero estos dos primeros pasos no los puedes saltar. A partir de aquí, seguimos hablando de otros términos 😉

3. MEDICIÓN PUNTUAL

Utiliza el modo de medición puntual, pues en condiciones de luz escasa es más complicado realizar mediciones precisas. De esta forma mides justo lo que deseas que quede bien expuesto y sin tener que preocuparte de lo demás.

Medición puntual
Medición puntual

4. REALIZAR UNA CORRECTA EXPOSICIÓN

Esto sirve igual cuando tienes luz y cuando no, salvo que en condiciones de poca luz adquiere una mayor importancia. Si no tienes claro cómo hacerlo, aquí tienes una guía detallada.

5. SUBIR EL VALOR ISO

En muchos artículos te hemos aconsejado que ajustes el valor ISO al mínimo para evitar el ruido. Hoy, sin embargo, te diré que lo subas tanto como tu cámara te permita (y el ruido no sea demasiado molesto). Puesto que es preferible una foto con ruido que perder un gran instante.

En algunas fotografías, el ruido puede ser un elemento creativo, en otras, tendrás que subir el valor hasta un punto en que no estropee mucho la imagen o que te permita capturar un momento único e irrepetible.

Según qué tipo de imagen desees tomar o qué momento sea el que quieras capturar tendrás que sopesar.

Subir el valor ISO
Subir el valor ISO

6. UTILIZAR OBJETIVOS LUMINOSOS

Utilizar una apertura amplia es de los trucos que mejor te funcionarán. Utiliza el objetivo más luminoso que tengas o que puedas conseguir, es decir, uno que tenga una gran apertura (número «f» lo más pequeño posible), como por ejemplo el que Mario llama El Rey de los Objetivos, 50 mm f 1/4. Con poca luz, una gran apertura será sin duda una gran aliada.

Si no dispones de un objetivo luminoso, no pasa nada, si la mayor apertura que ofrece tu objetivo es f/3.5, por ejemplo, pues úsala y si no es suficiente, recurre al siguiente truco. 

7. UTILIZAR VELOCIDADES DE OBTURACIÓN LENTAS

Además de utilizar una apertura amplia, puedes disparar con velocidades lentas, de esta forma el diafragma permanecerá más tiempo abierto entrando así más luz. ¿Qué ocurre en este caso? Que necesitarás un trípode para velocidades más lentas o al menos un punto de apoyo para velocidades intermedias.

Si estás fotografiando personas, difícilmente podrán quedarse tan quietas como para usar una velocidad de menos de 1/25, si no quieres una foto movida asegúrate esta velocidad.

Aunque también cabe la posibilidad de que las personas de la imagen no sean protagonistas y puedan aparecer en movimiento con un interesante efecto creativo, recuerda que aquí el artista eres tú 😉

Larga exposición
Larga exposición

Por si no te queda muy claro cómo funciona esto de la velocidad de obturación, Mario te lo explica aquí de forma muy clara, como el agua 😉 

8. USAR EL FLASH REBOTADO O DIFUMINADO

Si con las opciones anteriores no es suficiente o no puedes hacer uso de algunas de ellas, probablemente no te quedará más remedio que tirar del flash. Y aquí el truco no consiste en decirte que lo uses, sino:

  • Que evites el uso del flash que viene incorporado en la cámara y que rebotes o difumines el flash de mano. Si no tienes difusor, un pequeño truco es usar un pañuelo blanco, una bolsa de plástico blanca o un trozo de papel de seda (también blanco). Para rebotarlo dirige el flash al techo o a un lateral, en función de dónde te interese que quede la fuente de luz. Si rebotas en una superficie blanca reflejará mucha más luz. Al rebotar o difuminar el flash, el efecto será menos artificial y sobre todo, la luz resultante no será tan dura y evitarás sombras indeseadas.
  • Que si no tienes más remedio que usar el flash incorporado porque no tienes otro, al menos difumina la luz colocando un pañuelo de papel alrededor o con un difusor casero. 
Si usas el flash, hazlo bien
Si usas el flash, hazlo bien

Otra opción es jugar con el flash para lograr fotos creativas, observa este ejemplo:

Creatividad con el flash
Creatividad con el flash

9. UTILIZAR REFLECTORES

Los reflectores te sirven igual con luz natural que con luz artificial, úsalos para dirigir la luz hasta tu motivo principal. Puedes usar reflectores naturales, como la nieve o la arena, o los reflectores desplegables como estos.

Otro truco es que lleves ropa blanca, si tú, serás el mejor reflector 😉 Al menos la camiseta o la camisa, de este modo reflejarás la luz existente sobre el motivo que tienes delante 😉

Usa reflectores
Usa reflectores

10. CUANDO SE TRATA DE NIÑOS…

Si estás trabajando con un niño, no esperes que su paciencia esté a la altura de tus necesidades, mejor haz las pruebas antes y espera el momento adecuado en el lugar adecuado para que se coloque (o pase por ahí) y dispara. Pero no le hagas sufrir probando y ajustando. No aguantará 😉

Y procura dejar el truco de las velocidades lentas como último recurso pues, salvo que esté durmiendo, difícilmente se quedará quieto. Si no quieres que salga en movimiento, no podrás utilizar velocidades bajas.

Cosas de niños
Cosas de niños

11. AJUSTAR BIEN EL BALANCE DE BLANCOS

Otro truco para lograr buenos resultados es ajustar el balance de blancos. No es lo mismo si usas el flash, si utilizas la luz de una vela o una bombilla o si aprovechas ese rayito de sol que se está colando por la ventana.

Si disparas en RAW podrás modificarlo en la edición, si no es así, mejor no te olvides de ajustarlo.

Balance-Blancos
Balance de blancos adecuado

12. ESTABILIZADOR DE IMAGEN

Para terminar (o casi), si dispones de estabilizador de imagen, no olvides activarlo para evitar trepidaciones. En caso de usar trípode no te será necesario 😉 .

13. PRACTICAR

Este último truco es el más infalible de todos. De nada te servirá leerte este artículo si no lo llevas a la práctica. La única manera de lograr fotos bien iluminadas con poca luz es disparando una y otra vez. Equivocándote, rectificando y volviéndote a equivocar. Esta es la única manera de aprender y llegar a lograrlo casi sin pensarlo. No esperes a encontrarte con una ocasión así para aplicar estos trucos, búscala y ensaya y cuando llegue una ocasión de verdad, sabrás afrontarla sin miedo (a la oscuridad).

Estos trucos te servirán tanto por separado como combinándolos. Valora en cada situación que es lo que más te conviene, o qué trucos te es más factible utilizar.

Gracias por leer hasta aquí y compartir si te ha resultado útil. ¡Que la luz te acompañe! 🙂eBook Lightbook

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